Con el objetivo de contribuir a la conservación de la tortuga boba, el centro de atención de animales marinos rescatados por la Red de Varamientos de la Comunidad Valenciana, en colaboración con la Universitat de València y la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, soltarán 5 ejemplares de esta especie con un innovador dispositivo de la UPV.
Gracias a esta tecnología, los científicos podrán realizar un seguimiento vía satélite que permitirá obtener una valiosa información que ayudará a la conservación de esta especie en peligro de extinción.
Los chips, colocados en las tortugas por expertos de la UPV y la Fundación Oceanogràfic, son parte de un sistema de seguimiento ideado por Eduardo Belda, miembro del Instituto de Investigación para la Gestión Integrada de Zonas Costeras (IGIC) del campus de Gandia UPV.
Esta no es la primera vez que Eduardo Belda lleva a cabo este tipo de proyectos ya que en 2005 realizó junto a su equipo su primera prueba oficial de seguimiento de una tortuga boba.