Son muchas las noticias que en los últimos meses llevan alertándonos del terrible aspecto que tienen los pantanos españoles ante la escasez de lluvias.
Por desgracia, la sequía que llevamos arrastrando empieza a dejar sus consecuencias en extensas zonas del país, que ya muestran una imagen desértica.
Con el objetivo de reducir el impacto económico directo de la escasez de agua en la agricultura de regadío, el investigador de la UPV, Antonio López ha desarrollado un sistema que permite analizar este riesgo empleando como caso de estudio la cuenca del Júcar.
López trabaja en el Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la UPV y su investigación ayuda a reducir los potenciales impactos económicos de las sequías y acaba de ser publicada en la prestigiosa revista científica Journal of Hydrology.
La metodología permite conocer el efecto de las medidas de mitigación -reducción de las pérdidas económicas producidas por las sequías-, a través del indicador económico del valor de la producción, que tiene en cuenta la disponibilidad de los recursos hídricos y la volatilidad de los precios de los cultivos.
De hecho, con este modelo, se han analizado los efectos que tendría sobre el sistema del Júcar la implementación de determinadas medidas de mitigación, como la puesta en funcionamiento de los «pozos de emergencia de sequía», que ya se activaron entre 2005 y 2008 para tratar de suministrar el total de la demanda objetiva de los usuarios.
En este caso se comprobó que, con estos nuevos recursos, se pueden reducir significativamente las pérdidas económicas, determinando la rentabilidad económica de esta medida, tal y como asevera el investigador del IIAMA-UPV: «Los resultados obtenidos ilustran la importancia del uso conjunto de aguas superficiales y subterráneas para amortiguar las pérdidas de la sequía en la agricultura».
Así mismo, también se observó que el aumento de precios de los cultivos puede compensar parcialmente las pérdidas económicas de la reducción de la producción como consecuencia de la escasez de agua.
Por todo ello, Antonio López considera que esta nueva metodología permite realizar una gestión «más informada, global y eficiente», pues obtiene las distribuciones de probabilidad acumulada del valor de la producción con antelación a la siguiente temporada de riego.