Juan Carlos Bel, investigador de la Facultad de Magisterio de la Universidad de Valencia ha realizado una investigación en la que muestra que en líneas generales las imágenes de los libros de texto no cumple ninguna función pedagógica.
“Un adecuado uso de las imágenes es esencial para desarrollar la vertiente creativa de construcción de conocimientos históricos sólidos”, defiende el autor. No obstante, según Bel Martínez “las editoriales fracasan, de forma mayoritaria y generalizada, en explotar estas aptitudes en los estudiantes y siguen relegando a las imágenes a un segundo plano y atribuyéndoles una finalidad decorativa”.
Juan Carlos Bel Martínez ha analizado 27 manuales correspondientes a quinto y sexto curso de Educación Primaria, “una muestra extraordinariamente amplia”, publicados bajo el paraguas de dos leyes educativas diferentes, la LOGSE, en aplicación entre 1991 y 2006, y la LOMCE, vigente desde 2013. El autor ha clasificado las imágenes en base a cuatro criterios: presencia de las mismas, clase de imágenes, nivel de complejidad cognitiva de las actividades y vínculo con el texto del manual.
De entre los recursos más empleados, el autor destaca los dibujos infantilizados y previene de los riesgos de su uso en abundancia: “los dibujos son reinterpretaciones creadas desde la óptica cultural inherente a la sociedad en que se genera”.
Para alegría del investigador y de toda la Universidad de Valencia, el estudio ha sido publicado en la prestigiosa Revista de Educación–dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.